Internet se popularizó hace ya varias décadas con la promesa de dar la información necesaria para medir todo: cuántos dispositivos visitaron cada sitio Web, qué partes o secciones de ese sitio web visitaron y cuánto tiempo duraron en cada una de ellas, de qué países proceden esos usuarios, entre otra serie de informaciones útiles para la medición de las audiencias y la analítica.

Cada dispositivo puede ser utilizado por varias personas, y cada persona puede utilizar distintos dispositivos para acceder a la Web, lo que dificultaba la posibilidad de hacer una medición de audiencias exacta, ya que la analítica Web sólo era capaz de medir dispositivos y no a las personas que usan esos dispositivos.

En respuesta a este problema se empezaron a utilizar paneles de usuarios. Es decir, se instala en los dispositivos de un grupo de usuarios específico un software ad hoc, que registra todos los datos de navegación, pero además de las desventajas naturales de este mecanismo, con la popularización de los dispositivos móviles entró en juego otra dificultad: cada persona no navega únicamente desde computadoras de escritorio o laptops, sino que también lo hacen a través de tabletas y teléfonos inteligentes.

Para resolver este inconveniente, habría que solicitar permiso a los panelistas para instalarles software en estos nuevos dispositivos e identificarlos como aparatos de la misma persona. Además, la medición de contenidos web, información optimizada para dispositivos móviles y para apps nativas móviles tiene especificaciones técnicas propias.

Esto último se considera poco viable debido a lo intrusivo que puede ser tener acceso a la información de navegación de una misma persona en todos sus dispositivos (PC, laptop, tableta, Smartphone), pero es un tema actualmente en discusión, ya que la evolución de las mediciones no se detiene, puesto que tiene que ir a la par del uso de Internet.

Fuente: http://goo.gl/rG3Nw