La Cultura de Innovación y el Líder Innovador en Las Empresas

La Cultura de Innovación y el Líder Innovador en Las Empresas

Mario Sánchez Castillo

Gerente General Pago Móvil

Fomentar una cultura de innovación en una empresa requiere la figura de un líder con una serie de capacidades y habilidades.

El líder debe poseer características que independientemente del rubro y tamaño de la empresa, no varían: observar patrones de comportamiento, cuestionar lo establecido, experimentar, ser realistas pero a la vez soñadores, defender ideas y proyectos, motivar a los demás, promover el contacto entre el equipo, construir cultura innovadora en las empresas y generar redes. Estas son algunas de las características que debe poseer quien encabece empresas que apuestan por lo nuevo. No es fácil, sobre todo porque no todas las organizaciones están preparadas para innovar.

George Eastman, de Kodak, Steve Jobs, de Apple, y Henry Ford, de Ford Motor Company tienen en común haber estado detrás de innovaciones, aún cuando ellos encarnaron estilos de liderazgo distintos. Levantaron empresas, armaron equipos y generaron patrones de comportamiento que permitieron a estas compañías seguir innovando, con mejor o peor suerte, más allá de la potente imagen y talento de estos personajes.

Un líder innovador debe promover el contacto entre las personas que trabajan con él o ella. Esto es importante, porque cuando existe esa relación se generan las innovaciones, pues se logra socializar el conocimiento. También debe reconocer el conocimiento en las personas y valorarlo. Se tiene que ser lo suficientemente sensible para conocer las necesidades de las personas: qué los motiva, con qué dilemas se enfrentan y cuál es la mejor manera de ayudarlos.

Cuando el equipo de trabajo plantea proyectos que en las primeras fases suelen ser cuestionados , a simple vista, por su escasa viabilidad es importante que el líder defienda a fuego tales iniciativas. No es simple, se requiere de valentía ya que un líder innovador tiene que ser transgresor y valiente para enfrentar las dificultades que ello implica, lo cual se convierte en una capacidad para él.

Y tan pronto como estos proyectos son aceptados, se necesita motivar a un equipo, de modo, de hacer ver para dónde se quiere llegar y de qué forma se hará. Sin embargo, el líder no puede ser el único encargado de dar soluciones pero sí se encargará de orientar a los otros por lo que necesitará una energía especial. El objetivo es que todos vayan por el mismo camino y sientan la importancia de innovar.

Innovación que no genera valor, no es innovación.

Uno de los sellos de la innovación consiste en apegarse a las necesidades de las personas que conforman el mercado, con una primera etapa de invención y una segunda de ejecución. Para ello se requiere ser realista y soñador al mismo tiempo.

El dilema para el líder innovador es cómo serlo mientras trabaja en una industria que exige eficiencia. Los consultores les hablan de innovación a trabajadores que tienen fases de trabajo de dos semanas. Entonces si se les dice que hagan un alto e innoven, se complican porque siendo eficientes sobreviven. En este ambiente es difícil. Este es el desafío de gerentes generales, pues saben que al potenciar innovadores se invierte en ineficientes.

Sin embargo, algunas empresas intentan practicar gestiones de la innovación sin conocer su punto esencial. Algunas disponen de unas horas para que los empleados piensen en nuevas ideas para luego ser evaluadas. Otras crean parques tecnológicos y oficinas de innovación que funciona como un espacio donde los trabajadores tienen la habilidad de cuestionar el statu quo, piensan lateralmente y se dedican exclusivamente a innovar. Lo importante aquí es que por cada 10 errores habrá un acierto que pagará con creces las supuestas ineficiencias.

Aunque algunos creen que el perfil del líder en innovación no ha cambiado ni cambiará, sino que más bien se adecuará a nuevas necesidades, como la aceleración de los ciclos de producción, que obligan a renovar un productos en menos tiempo que hace años cuando tardaba una década este proceso, existen ciertos propósitos que aún se esperan mantener. Hay patrones de comportamiento que llevan a las empresas hacia la innovación y al éxito, no porque el líder esté ahí, sino porque se ha mantenido en el tiempo una cultura innovadora. No se forja sólo mediante una campaña de comunicaciones internas, se logra por medio de la persistencia. Repitiendo y repitiendo hasta que ya es parte de uno.

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