Con las previsiones de crecimiento que plantea el Internet de las cosas para los próximos cinco años, muchas industrias no directamente relacionadas con desarrollo de tecnología han tomado parte de esta realidad y se han vinculado de diversas formas.
En Estados Unidos las aseguradoras de automóviles están utilizando las funcionalidades relacionadas al Internet de las cosas para monitorear los hábitos de los conductores, utilizando como parámetros como los cambios de velocidad, la frecuencia con la que conducen, y la hora del día en la que conducen.
Las empresas de seguro buscan reducir sus costos a través de la capacidad para evaluar los niveles de riesgo de sus clientes; lo que para estos últimos significará mejores tasas de prima.
La forma de seguimiento de los hábitos de los conductores se hace más sobre todo mediante el uso de On Board Diagnostic (OBD-II), dispositivo electrónico para verificar la autenticidad de un software, o enchufes que envían análisis acerca de los hábitos de conducción de los clientes a las aseguradoras. Estos dispositivos se enchufan en un puerto bajo el volante del vehículo.
Se estima que hay 155 millones de vehículos actualmente en Estados Unidos compatibles con dispositivos OBD-II, y este número crecerá a medida que los vehículos anteriores a 1996 sean reemplazados por modelos nuevos
Un estudio realizado por BI Intelligence indica que para 2020 se tiene previsto que más de 5 millones de conductores estadounidenses haciendo uso de estos dispositivos propuestos por las aseguradoras, lo que como consecuencia generará a los clientes la oportunidad de reducir potencialmente sus primas al permitir que la compañía de seguros para supervisar sus hábitos de conducción.
El Internet de las cosas ya no es el futuro, es el presente de muchas industrias que están ya trabajando en función a esta nueva realidad que producirá grandes cambios.
Fuente: http://read.bi/1M5C0E1